Un día que ha pasado desapercibido por una sociedad que cierra sus ojos ante una realidad que se ahoga en la voz impotente de niños y niñas que tienen que soportar la inmadurez de ciertos adultos que saben disfrazar bien actos...
Hoy, más que conmemorar un día, debemos asumir un compromiso personal con los niños y niñas con quienes convivimos para ofrecerles algo mejor que gritos, golpes, ignorancia... Lo demás sobra, campañas por aquí o por allá, bla, bla, bla, si no se garantiza el derecho a la vida de los niños y niñas... Si no cree, escuche el siguiente audio.
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